Los indios americanos en la Nueva Orleans de los primeros tiempos: de Calumet a Raquette
Los indios americanos en la Nueva Orleans de los primeros tiempos: de Calumet a Raquette
Por Daniel H. Umser
208 páginas / 5,50 x 8,50 x 0,88 pulgadas / 8 láminas en color, 13 medios tonos, 3 mapas, TAPA DURA
Desde una ceremonia de paz celebrada por diplomáticos chitimacha ante la cabaña improvisada del gobernador Bienville en 1718 hasta un partido de béisbol jugado por equipos choctaw en 1897 en Athletic Park, los indios americanos influyeron enormemente en la historia y la cultura de Crescent City durante sus primeros doscientos años. En American Indians in Early New Orleans, Daniel H. Usner desmiente las suposiciones de que las comunidades indígenas americanas desaparecieron hace mucho tiempo del sur urbano de Luisiana y recupera las experiencias de los nativos americanos en Old New Orleans desde su perspectiva.
Siglos antes de la llegada de los europeos, los indios americanos controlaban la estrecha franja de tierra entre el río Misisipi y el actual lago Pontchartrain para transportar mercancías, cosechar recursos y realizar rituales. El nacimiento y el crecimiento de la Nueva Orleans colonial dependieron de los materiales y servicios que proporcionaban los habitantes nativos como enlaces, comerciantes, soldados e incluso esclavos. A pesar de perder gran parte de su tierra natal y su poder político después de la Compra de Luisiana, los indios del valle del Bajo Misisipi se negaron a retirarse de las calles y los mercados de Nueva Orleans; a lo largo del siglo XIX, los choctaw y otras comunidades cercanas improvisaron formas de expresar su autonomía cultural e intereses económicos (como vendedores ambulantes, trabajadores y artistas) frente a los prejuicios y la hostilidad de los residentes no indígenas. Muchas otras tribus indígenas americanas, expulsadas a la fuerza del sureste de los Estados Unidos, atravesaron la ciudad con dificultad antes de ser transportadas río arriba por el río Misisipi. A principios del siglo XX, algunas comunidades indígenas de la costa norte del lago Pontchartrain continuaron manteniendo su relación creativa con Nueva Orleans vendiendo regularmente artesanías y plantas en el Mercado Francés.
En esta narrativa innovadora, Usner explora las distintas formas en que los pueblos nativos utilizaron esta ciudad portuaria fluvial, desde su fundación hasta la era de la Primera Guerra Mundial, y demuestra su papel crucial en la historia de Nueva Orleans.